Somos una iglesia de sana doctrina, donde se da énfasis a la familia y la enseñanza de la palabra de Dios. Nuestra norma doctrinal está alineada con las doctrinas fundamentales de las Asambleas de Dios. El nombre de nuestra iglesia se inspira en Jesús, El Renuevo prometido a la casa de David en Isaías 11:1 y 53:2; Jeremías 23:5, y 33:15. El rojo en el nombre de nuestra iglesia simboliza la sangre de Cristo, nuestro emblema es la cruz que Cristo cargó hacia el Calvario por amor a la raza humana y obediencia a su padre.
Creemos en las Sagradas Escrituras como la Palabra inspirada e infalible de Dios, superior a la conciencia y la razón. Creemos en el Único Dios verdadero todopoderoso, omnisciente, siempre presente, inmutable, santo digno de nuestra alabanza. El único Dios verdadero se ha revelado como el eterno existente en sí mismo «YO SOY», el Creador del cielo y de la tierra y Redentor de la humanidad. Se ha revelado también encarnando los principios de relación y asociación como el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo (Deuteronomio 6:4; Isaías 43:10,11; Mateo 28:19; Lucas 3:22).
Te invitamos a que seas parte de esta gran familia, y que juntos cumplamos el sueño del Mesías de “que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.” 2Pedro 3:9. Te invitamos a que te unas a la visión de anunciar buenas nuevas a los pobres, sanar corazones heridos y proclamar liberación a los cautivos.
Ir, y hacer discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo Mat:28:19
Somos una iglesia ungida por Dios para anunciar buenas nuevas a los pobres, sanar corazones heridos, y proclamar libertad a los cautivos por medio de la unción del Espíritu Santo Dios Isaías 61:1
Integridad, Unidad, Santidad, Dios, Obediencia
Corría el año 1997, mi esposa y yo habíamos propuesto completar el inicial para financiar nuestra vivienda y mudarnos en el 1998. Todo eso cambió un día cuando escuchamos un mensaje en la radio que invitaba a los oyentes a imitar al profeta Elías poniendo una ofrenda sobre el altar que haga descender el fuego de Dios.
Mi esposa y yo fuimos movidos a entregar todo el ahorro que teníamos hasta ese momento. Dios honró nuestra fe y en enero del 1998 nos entregó nuestra casa. Agradecidos por lo que Dios nos había dado y profundamente tocados por un versículo en 2 Pedro 2:9 que dice que Dios no quiere que nadie perezca… nos preguntamos: ¿Que estamos nosotros haciendo para cumplir con este anhelo en el corazón de Dios?
Fue así como en el mes de Mayo del 2003, justamente un Domingo día de las madres, iniciamos nuestro primer servicio en la marquesina de la Casa que Dios nos había dado y que ahora poníamos a su servicio. De esta manera nació la iglesia El Renuevo.